19/1/13

Análisis. Benfica - Oporto

Benfica: Artur Moraes; Maxi Pereira, Jardel, Garat, Melgarejo; Matic, Salvio, Enzo Pérez (Martins 57´), Gaitan (John 87´); Lima (Aimar 68´), Cardozo.
Oporto: Helton; Danilo, Otamendi, Mangala, Alex Sandro; Fernando, Lucho (Castro 92´), Moutinho; Defour (Izmaylov 75´), J. Martínez, Varela (Abdoulaye 87´).

0-1 Mangala 8´ 
1-1 Matic 10´
1-2 J. Martínez 15´
2-2 Gaitan 17´ 

El partido entre los dos primeros clasificados de la Liga Zon Sagres se presentaba como una oportunidad de marcar distancia entre ambos, aunque fuera mínima. El empate mantiene las espadas en todo lo alto en un campeonato portugués que puede estar disputado hasta el final.

Los dos equipos llegaban a la cita invictos, sin perder puntos desde el mes de septiembre, y con tres puntos de ventaja para los lisboetas, eso sí, con un partido más.

Los locales plantearon de inicio un 1-4-4-2 con rombo en medio campo, Matic de medio centro puro y Enzo Pérez como vértice  Por delante Lima y Cardozo, con el primero jugando como segunda punta con libertad de movimientos. La idea era que se moviera entre líneas y buscara la espalda de Fernando y la de los laterales cuando estos se sumaran al ataque, pero no salió bien.

La propuesta fue jugar con defensa adelantada, buscando juego directo a los puntas, sobre todo a Cardozo con Lima para llegar a las segundas jugadas. Otra baza táctica era imprimir velocidad en las transiciones defensa - ataque y explotar los espacios que pudiera dejar el Oporto tras pérdida de posesión. En la primera parte un ritmo de juego muy alto, con muy poca pausa y con poco juego en zona de creación. Sobre todo en el inicio de partido cargan juego ofensivo por banda derecha buscando el uno contra uno de Salvio contra su lateral, crean peligro.

Gaitán poco efectivo porque el equipo robaba muy atrás y sus conducciones fueron muy largas, y fáciles de defender. Buen partido de Matic, serio, dando el equilibrio necesario a un equipo como muchos jugadores ofensivos. Trabajo oscuro pero básico para el equipo. 

El Oporto formó con su sistema habitual 1-4-3-3, con Defour partiendo como extremo derecho, pero metiéndose mucho al centro dejando el carril  para las subidas de Danilo. De inicio presión muy alta obligando al Benfica a jugar en largo. Peligrosos cuando roban arriba y dan velocidad a la circulación de pelota. Ritmo de juego alto, aunque al final les pasó factura. Futbolistas capacitados para jugar al toque con pases cortos. Mucha presencia en ataque de los laterales aunque fallones en la toma de decisiones cuando estaban cerca de área rival. Transiciones defensa - ataque rápidas, buscando a J. Martínez en constantes movimientos de apoyo. Buen partido del colombiano con calidad en conducción y pase.

En la segunda parte los hombres de Vítor Pereira bajaron el ritmo de juego, y se notó sobre todo en la velocidad de circulación de balón, tanto en zona de creación como en zona de finalización. Poco aporte de Defour partiendo del extremo y buenas sensaciones de Moutinho, cerebro del equipo, y de Mangala, defensa de mucha presencia física, atrevido y confiado en la salida de balón conduciendo desde su zona de central.

Primeros 20 minutos del partido con más goles que fútbol, los dos equipos jugando muy acelerados y sin respuestas tácticas. Nivel de excitación tanto individual como colectivo por encima de lo deseable, se notó en este inicio la importancia del partido.

Tras el comienzo loco, el  Oporto va tomando las riendas con posesiones más largas y evitando el ida y vuelta que marcó los primeros minutos. Los centrales juegan cómodos en inicio de jugada y la línea de presión del Benfica, colocada en tres cuartos de campo, no les hace daño. La superioridad numérica en el medio 3 contra 2, apenas se nota porque el Benfica junta a muchos jugadores y dificulta la circulación fluida del Oporto.

El partido avanzó con el Oporto mandando pero sin demasiada claridad y sin poder imponer su fútbol de toque ante la escasez de espacios. Se echo de menos más juego por banda, a pesar de que los laterales se ofrecieron bastante...

En la segunda parte a los dragones cada vez le cuesta más profundizar y llegar a zona de finalización, mientras el Benfica se encuentra cómodo con un fútbol más directo en cuanto el ritmo de juego del Oporto baja.

La sensación final es que el Oporto, en líneas generales, ofreció algo más partiendo de un juego combinativo que no llegó a imponerse ente la falta de espacios y la falta de profundidad y progresión en el juego. El Benfica sólo dio sensación de poder llevarse el partido en el último cuarto de hora y a lo largo de toda la noche apostó por un fútbol muy directo y por la velocidad en las transiciones.

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